domingo, 14 de agosto de 2011

Yo el limón.


TE INVITO A EVOLUCIONAR.

A menos de una semana de mi cumpleaños, creo que puedo decir que he cumplido muchos de mis sueños, entre ellos tener un público con quien compartir mi trabajo…

México, hasta me da miedo escribir esa palabra, es como mencionar a Voldemort. En fin, nuestro país tiene muchas cosas llenas de abundancia, cultura, naturaleza, historia, mas sin embargo lo que mas abunda en nuestro país es la IGNORANCIA o más bien la famosa INDIOrancia.

Sumergidas como papas en aceite esta la mayoría de mexicanos muy lejos del conocimiento, pero lo más impresionante sin duda alguna es que ya parece que ser ignorante es parte de ser mexicanos, como si fuese una obligación. Los libros están ahí, y no solo hablo de leer, hablo de realmente interesarte por conocer mas allá, de ampliar cuando menos el vocabulario que empleamos, aprender de otras culturas, y disfrutar de todos los géneros y categorías que existen de un sin mil de cosas.

PERO NO! Antes que ver por nuestro conocimiento preferimos usar un letrero que diga “ignorante” a hacer un pequeño esfuerzo por el beneficio quizás, mas grande del ser humano, el conocimiento.

En mi caso, me encuentro demasiado molesto, hago una pregunta abierta a todos ustedes.

¿Cuántos videos diferentes hay en internet?

¿Cuántas personas distintas nos dedicamos a producir en internet?

Estamos hablando de números, muchos, demasiados!

Y teniendo la oportunidad de tratar de digerir todos esos distintos géneros que se encuentran flotando en la red preferimos encasillarnos con lo que tenemos más cerca, algo que no nos cueste tener que leer los subtítulos o dominar otro idioma.

Y no solo eso, para ustedes todo, absolutamente todo “es copia de algo”, antes de siquiera pensar que es material hecho por alguien de tu país que te representa, antes de felicitarlo, o generar críticas constructivas y útiles recurrimos al insulto, a revolcarnos de nuevo en la ignorancia, nos cerramos a la posibilidad de observar ese contenido nuevo y regreso a la rutina.

El internet nos da un regalo, un anonimato hasta cierto punto, anonimato por el cual nos sentimos libres, nos sentimos críticos expertos de cine, nos sentimos afamados directores y productores, y tecleamos lo primero que nuestro cerebro ebrio de ignorancia puede carburar.

“Pinche pendejo vales verga”

“Eres copia de la copia del que le copio al que no era mexicano”

“eres un vendido”

Mi contenido es ácido, es difícil de observar sin causarte una incomodidad; sin embargo, no siempre esa es razón para no respetar el trabajo de alguien más.

Ustedes son un público joven, un público que tiene a su alcance un sinfín de herramientas para atascarse de información útil, pero prefieren ver sus clásicas mexicanadas, con los clásicos estereotipos de programa de comedia barata.

En unos años, yo estaré a toda madre, esto lo escribo por ti, y para ti, porque me interesa que yo pueda ayudarte a conocer otra clase de cosas, a abrirte a un mundo nuevo, a avanzar.

SI NO ERES CAPAZ DE REPLICAR EL CONTENIDO NO ERES CAPAZ DE HACER UNA CRITICA CONSTRUCTIVA.